CONFLUENCIAS Y RENOVACION POLITICA.
Jhoan Sebastián Escobar Castro
Corriente Democrática juvenil
Hablemos hoy de las confluencias y la renovación política.
Para nuestra región especialmente el oriente de Caldas, la renovación política se ha convertido en el pan de cada día, los tradicionales partidos políticos (pero con más fuerza la U - partido social de unidad nacional) han transformado nuestra sociedad en un desierto sin horizonte.
De lo que se pensaba inicialmente como la renovación, el nuevo aire de la política en Caldas, “sobre todo en el oriente” se pasó al incierto y atrasante futuro de gobiernos municipales Devastadores para el desarrollo social de nuestros municipios, Lo que por ejemplo en Manzanares se conoció como el Cambio de la política “unidos por el cambio” transformo negativamente el futuro, no solo social, además político en este municipio.
Lo que se ofreció inicialmente como gobierno y propuestas generadoras de desarrollo en las pasadas campañas políticas locales, recayeron simple y sencillamente en el engaño total y el robo democrático a la sociedad, sobre todo a los másdesprotegidos. Jugaron con las buenas intenciones de los ciudadanos e introdujeron más ferozmente corrupción e ineficiencia pública.
Después de la ya fracasada política Uribista en Caldas y los terribles resultados de las alcaldías manejadas por la oligarquía, se abre paso entonces a una gran reflexión de los sectores democráticos y sociales, frente a la inconveniencia de permitir que el bloque retrasante siga orientando la política y la administración publica en el departamento.
Hoy hablamos de confluencias democráticas guiadas por la política ética y profesional, es el tiempo de repensar cual es nuestro papel en la cotidianidad progresista en Caldas. ¿Pretendemos instaurar poder individual?, ¿pretendemos obtener fuerza política burocrática? ¿Pretendemos mantener nuestro orgullo y estatus social? o por el contrario pretendemos ponernos de acuerdo para definir el futuro social de Caldas!
La confluencia, el dialogo, la concertación, la proposición colectiva debe empezar a poner en funcionamiento el motor de la democracia, el desarrollo y la defensa de los derechos fundamentales en nuestra sociedad; pero más que eso, más que confluencias ideológicas o progresistas debemos empezar a acelerar la renovación política en Caldas y en Colombia. Seria inconveniente pensar que se puede confluir con aquellos que se han aprovechado de la ciudadanía gracias a la picardía individual y conveniente ¿Qué tanto estarían ellos dispuestos a transformasen ética ypolíticamente?
Los nuevos tiempos y las exigencias clamantes de los ciudadanos han colocado en juicio a los partidos políticos frente a sus ideologías, integrantes y formas de gobernar, idealizar a sus militantes y directivos tradicionalistas es cosa “soñada” inalcanzable, porque educarlos frente a politiquería – política; corrupción – ética; ineficiencia – resultados progresistas es lo mismo que querer pretender inflar botellas y sacar dinero.
No se puede intentar oxigenar la política colombiana si queremos hacerla con los mismos de siempre, sería como educar mulas viejas que no saben ni donde están paradas, solo saben cargar y echar pata, ellos saben robar y prometer lo imposible.
Los jóvenes entonces, son los llamados a oxigenar la política colombiana, a darle nuevo viraje al sistema público, los jóvenes (mujeres y hombres) son y serán los únicos capases de transformar y reanimar de forma moderna, ética y progresista todas las formas de hacer política en la nación. Los jóvenes entonces deben emprender la tarea de vincularse a los grupos demócratas y sociales que les permita formar una nueva generación que sepa entender por fin cual es el sentido de hacer política, como el arte de servir a los demás, de colocar nuestras vidas al servicio de los más desprotegidos y necesitados.
No será una tarea fácil, idealizar y generar escuela política en la sosegada juventud reciproca es y será tarea fuertemente difícil, el compromiso desde ya debe empezar no por los jóvenes sino por los demócratas de Colombia para querer entregar y formar de manera ética y social a las futuras generaciones, pero ante todo para empezar a ceder poderes políticos, generar responsabilidades, confluir con los jóvenes y abrir los espacios decisorios para que ellos empiecen a tomar las decisiones y se sientan de cierta forma importantes dentro de nuestro partido, dentro de una organización. La oxigenación de la política colombiana se dará cuando los viejos actores de la política y sus vicios les abran paso a los jóvenes.
Los partidos políticos, en este caso los demócratas deben dirigir acciones fundamentales que animen a los jóvenes a hacer parte de la transformación de un país, pero no desde las filas organizativas de una campaña electoral, hecho fundamental que ha marcado a la mayoría de los partidos políticos en el país, los jóvenes son llamados a los partidos de forma incoherente cuando se acerca a pasos agigantados una campaña política, error que ha causado la abnegación de los mismos jóvenes frente a ella, la utilización de una fuerza en potencia por votos y festín electoral.
Hoy tenemos que empezar a confluir democráticamente por el futuro de nuestra región, por el futuro de nuestro país; nos tenemos que poner de acuerdo con el progreso y los resultados, pero más que eso tenemos que oxigenar la política en el escenario público, debemos empezar a formar las futuras generaciones. Tenemos que involucrar a los jóvenes desde ya en este cuento.
¡A hacer escuela política juvenil!
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